Anaís es la perra más veterana dentro de las paredes de La Protectora, pero no por su edad, sino por su tiempo dentro del albergue. Y es que Anaís llegó a nosotros en diciembre de 2014 y, desde entonces, no ha encontrado una familia que se interese por ella. Tiene un carácter muy cariñoso con personas, y adora a su compañero de jaula, Leonardo, con quien tiene una muy buena relación. Aunque le apenaría separarse de él, Anaís está deseando encontrar un hogar en el que reciba tanto amor como el que ella está dispuesta a dar que, conociéndola, no será poco.
Aquiles llegó a La Protectora en marzo de 2021, después de haber estado viviendo atado día y noche sin conocer la calle. Por ello, no hay nada que disfrute más que los momentos en los que puede estirar las patas y jugar en el patio del albergue. Sin embargo, esto le empieza a quedar pequeño, con lo que está deseando encontrar a una familia que lo mime, lo saque a pasear y le de el amor que tanto le ha faltado.
Aurora entró en La Protectora en julio del 2016, y es desde entonces que espera encontrar un hogar con una familia que le quiera. Es una perra cariñosa y buena, pero necesitaría una casa en la que no hubiese gatos, ya que no se lleva bien con ellos. Está deseando encontrar a alguien con quien salir a pasear, jugar y, sobre todo, que quiera compartir su vida junto a ella.
Brownie llegó al albergue siendo un cachorro, en julio del 2022, entrando en un momento vital muy crítico. Lamentablemente, cayó enfermo de parvo, y casi se muere a causa de la misma. Afortunadamente, y con el tratamiento adecuado de nuestro personal veterinario, logró sobrevivir, y actualmente está precioso y fuerte. Debido a haber crecido dentro de La Protectora, es un perro que no ha aprendido los límites, y tiene la energía propia de su edad. En consecuencia, necesita un hogar en el que dediquen tiempo a su educación, a jugar con él, a quererlo y a cuidarlo durante toda la vida que le queda por delante.
Bubi fue recogido en Biar en octubre de 2021. Convivió con Mila durante mucho tiempo, con la que llegó a hacer muy buenas migas, hasta que ella se fue adoptada en septiembre de 2022. Desde entonces, Bubi sigue esperando que alguien decida adoptarle a él. Bubi es un perro muy enérgico y activo. Actualmente está muy estresado, y necesita un hogar en el que le permitan hacer ejercicio y le den unas pautas que seguir. Debido a este estrés, su relación con otros perros es un poco tensa, aunque ha convivido con otros sin problemas.
Fa fue recogido junto con Sol cerca del Teatro Chapí en agosto de 2022. Su compañera estaba enferma y falleció poco después, y él se quedó en el albergue, esperando un hogar. Desde entonces ha convivido con varios perros, con los que no ha tenido problema. Fa es todavía un cachorro y, como tal, tiene energía para dar y regalar. Está muy atento a todo lo que ocurre a su alrededor, y es muy activo y juguetón. Le encanta estar con otros perros, con los que no para de jugar y hacer travesuras. Necesita una familia que sepa controlar esa energía y educarlo para convertirse en un perro equilibrado.
Fiora llegó a La Protectora en abril del año 2015, y se ha convertido en una de las más veteranas del albergue. Se está haciendo mayor dentro de una jaula, pero eso no le impide sonreír de oreja a oreja y mover la cola enérgicamente cuando alguien se acerca a saludarla. Le encanta la gente, y está deseando salir a pasear y que le hagan caso.
Gringo fue encontrado en Villena en enero de 2021, momento desde el que empezó a considerar el albergue como su nuevo hogar. Ha convivido con varios perros, tanto machos como hembras, desde entonces. Gringo es un perro un poco especial. Aunque es cariñoso y le gusta que le presten atención, tiene un poco de mal genio y no le gusta que invadan su espacio personal. Sin embargo, estamos convencidas de que, con una familia que sepa entenderle y darle el espacio que necesita, puede convertirse en un perro excepcional.
Si has venido alguna vez al albergue mientras realizamos los habituales paseos de los domingos, probablemente hayas visto a Izan en más de una ocasión, pues es uno de nuestros más asiduos compañeros y, si está en sus patas, no se pierde ni una sola de estas salidas. Es un perro muy sociable con las personas, y muy agradecido con todos aquellos que le muestran cariño. Por ello, desde que llegó a La Protectora en septiembre de 2020, está deseando formar parte de una familia a la que demostrar su carácter afectuoso.
Jabba entró en diciembre de 2016 y desde entonces lleva esperando en el albergue por un hogar. Convivió toda su vida con Lana, hasta que esta fue adoptada y él se quedó solo. Es un perro ya algo mayor, que no ha conocido otra cosa que las paredes de su jaula y su patio. Necesita una familia que sepa ver en él su bondad y quiera darle la oportunidad de pasar su vida con ellos.
Kero lleva con nosotros en La Protectora desde octubre de 2016, y desde entonces se ha convertido en uno de nuestros habituales en los paseos dominicales junto al voluntariado del albergue. Sin embargo, y aunque le encanta salir, lo que verdaderamente desea es encontrar una casa en la que encontrar el amor y el cariño de una familia que lo quiera tantísimo como él, indudablemente, les va a demostrar.
En abril del año 2021 Kirigan entró a formar parte de los perros residentes de La Protectora, donde ha demostrado ser un perro juguetón y cariñoso. No obstante, el albergue se le queda pequeño, pues es muy enérgico, y necesita de alguien que también tenga tantas ganas de salir a pasear, de disfrutar del aire libre y, en esencia, de compartir su vida con él.