Aquiles llegó a La Protectora en marzo de 2021, después de haber estado viviendo atado día y noche sin conocer la calle. Por ello, no hay nada que disfrute más que los momentos en los que puede estirar las patas y jugar en el patio del albergue. Sin embargo, esto le empieza a quedar pequeño, con lo que está deseando encontrar a una familia que lo mime, lo saque a pasear y le dé el amor que tanto le ha faltado.
Aurora entró en La Protectora en julio del 2016, y es desde entonces que espera encontrar un hogar con una familia que le quiera. Es una perra cariñosa y buena, pero necesitaría una casa en la que no hubiese gatos, ya que no se lleva bien con ellos. Está deseando encontrar a alguien con quien salir a pasear, jugar y, sobre todo, que quiera compartir su vida junto a ella.
Si has venido alguna vez al albergue mientras realizamos los habituales paseos de los domingos, probablemente hayas visto a Izan en más de una ocasión, pues es uno de nuestros más asiduos compañeros y, si está en sus patas, no se pierde ni una sola de estas salidas. Es un perro muy sociable con las personas, y muy agradecido con todos aquellos que le muestran cariño. Por ello, desde que llegó a La Protectora en septiembre de 2020, está deseando formar parte de una familia a la que demostrar su carácter afectuoso.
Mané llegó al albergue en diciembre de 2017, por lo que se ha convertido en uno de los perros más antiguos del albergue. Es un perro alegre, al que le encanta jugar y pasear, y que solo busca que le hagan caso y le presten atención. Ha salido varias veces en los paseos de fin de semana y se ha comportado estupendamente. Necesita una familia que sepa comprenderlo y darle el hogar que se merece después de tanto tiempo.