Alpe fue abandonado en Villena, y nos llegó delgado y sucio en enero del 2022. Progresivamente, en el albergue fue recuperando su estado físico. Lamentablemente, durante su estancia se han ido detectado algunos problemas de salud: presenta un cuadro respiratorio similar al asma y, además, se le diagnosticó un problema urinario por el que debe llevar una dieta especial.
Es un gato buenísimo, cariñoso, juguetón, amigable y simpático. Necesita un hogar donde le den todo el amor que necesita, y que no lo descarte por sus problemas de salud, sino precisamente todo lo contrario, que estén dispuestos a darle toda la ayuda que precisa. Él corresponderá esa atención con ronroneos y mucho, mucho, cariño.
Este es Cojo, y llegó al albergue en mayo de 2022, padeciendo una pequeña cojera (de ahí su nombre) de la que, afortunadamente, se recuperó muy buen tras el tratamiento veterinario adecuado, lo que implica que en la actualidad lleva una vida totalmente normal.
Es independiente, aunque bueno, cariñoso y sociable tanto con personas como con otros gatos. Necesita un hogar donde encontrar su lugar de confort, en el que respeten su espacio, pero también en el que le demuestren respeto y amor.
Siendo un joven gatito, Cris fue abandonado en Villena, y lo rescatamos de la calle en noviembre del 2021. Durante sus primeros días en el albergue, el estrés hizo que bajaran sus defensas y estuvo muy malito, pero gracias a los cuidados veterinarios que le dimos, así como a sus ganas de mejorar, se recuperó muy bien y actualmente es un gato precioso y sano.
Cris es muy tranquilo, siempre lo fue, incluso de cachorro. Es bueno, cariñoso, amistoso, juguetón y sociable. En un buen hogar no solo será feliz él, sino que colmará de alegría y de cariño a la afortunada familia que lo adopte.
Fiera fue encontrada en Biar en noviembre de 2021, y presentaba un bulto en el costado que resultó ser una hernia, de la cual tuvo que ser operada, pero de la que, afortunadamente, se recuperó estupendamente.
Es una gata miedosa, por lo que necesita una familia con mucha paciencia, que respete el tiempo y el espacio que ella necesite, sin prisas ni agobios, para que pueda aprender a socializar y a confiar en las personas. Por el contrario, tiene una buena relación con otros gatos, por lo que le ayudaría vivir con alguno para adaptarse mejor a su nuevo hogar, encontrando en otros felinos un seguro en el que apoyarse.
Este encanto de gata se llama Jama, y llegó a La Protectora en noviembre del año 2021. Vino desde Beneixama, donde apareció sola, pero nadie la reclamó nunca, teniendo que quedarse en el albergue desde entonces. Tiene un carácter buenísimo, y es muy sociable con otros gatos. Está deseando ser adoptada, y encontrar una familia con la que acurrucarse y ronronear, demostrando su agradecimiento y amor incondicional.
Os presentamos a Laura, una tímida gata que llegó a La Protectora con una fisura en la cadera que, tras un tiempo de reposo, se soldó bien, lo que le permite llevar una vida completamente normal en la actualidad. Durante todo el tiempo que lleva en el albergue, nos ha demostrado que, pese a su desconfianza, con paciencia y tiempo puede llegar a fiarse de las personas, así como a ser una gata cariñosa y agradecida. Aquí en el refugio, convive con otros gatos sin ningún tipo de problemas, teniendo buena relación con ellos, con lo que su hogar ideal sería junto a otro compañero felino, que le sirviese de apoyo para adaptarse a su nueva vida.
Fecha de entrada: 2022
Paca apareció abandonada en la puerta de La Protectora en julio del 2022 y, pese al rechazo que experimentó, mantiene un carácter muy sociable. Además, es una gata activa, y también curiosa y observadora. Por lo tanto, está buscando un hogar definitivo, en el que le demuestren amor desde el principio, donde pueda jugar y, en esencia, ser feliz.
Esta es Paloma, una gata muy sociable y cariñosa que entró en La Protectora en abril del 2022, tras ser encontrada en las calles de Villena, merodeando por la zona del Paseo Chapí. Es activa y muy juguetona, con lo que está deseando encontrar un hogar en el que poder disfrutar de buena compañía, compartiendo espacio con una familia que esté dispuesta a dedicarle respeto, amor y tiempo de calidad.
Pancho llegó siendo un gatito tímido, de apenas un mes de edad, en agosto del 2019 y, desde entonces, ha vivido en La Protectora. Actualmente, sigue siendo tímido y huidizo, pero conociéndolo no tenemos dudas de que podría adaptarse a un nuevo hogar siempre que le dieran espacio, tiempo y mucha tranquilidad. Por ello, necesita una familia que lo entienda y respete, y que tenga paciencia para evitar forzar situaciones. De este modo, Pancho probablemente conseguiría superar su desconfianza y aprender que no tiene nada que temer.
Este es Pipo, un precioso gato que fue abandonado en octubre de 2021, siendo muy pequeño, y que lo obligó a quedarse solo y desamparado hasta que fue rescatado. Desde entonces, ha crecido en el albergue, lo que nos ha permitido conocerlo y ver su lado más simpático y cariñoso. Se caracteriza por ser activo, juguetón y curioso, lo que le lleva a relacionarse muy bien con otros gatos. Tanto es así, que siempre consigue salirse con la suya, pues tiene alma de ser el líder del grupo.
En relación a las personas siempre busca la compañía humana, y le encanta demostrar su amor dando pequeños mordisquitos afectuosos, pues es su manera especial de decir lo mucho que te quiere.
Es difícil conseguir fotos de Quely, una gata que entró en La Protectora en septiembre de 2020, después de sufrir un accidente importante. La divisaron en un edificio y, huyendo de las personas que intentaban cogerla, se cayó desde un tercer piso por el hueco de las escaleras, fracturándose una de sus extremidades traseras de tal horrenda forma que la única solución que se encontró para evitarle mucho dolor en el futuro fue la amputación. Desde entonces, vive sin problemas con tres patitas, llevando una vida normal.
Debido a lo que le ocurrió, es una gata muy miedosa, desconfiada y tímida. Apenas ha tenido socialización con humanos, por lo que necesitaría un hogar en el que no esperasen de ella arrumacos, y donde le brindasen el tiempo y espacio suficiente para que pudiese adaptarse y, paulatinamente, empezar a confiar en las personas.
Sor llegó desde Biar en junio de 2022, entrando en La Protectora con una hiperplasia mamaria, de la cual se recuperó perfectamente gracias al tratamiento veterinario adecuado. Desde ese entonces, ha demostrado ser una gata que disfruta de su independencia, pero que también es sociable con otros gatos. Es muy buena, tranquila y cariñosa, por lo que busca un hogar en el que poder disfrutar de su propio espacio, pero también de la compañía y el afecto de una buena familia.